lunes, 28 de marzo de 2016

06/05/16




Ciclo Expectativa cero 


“Las cosas comunes”
"lo dicho, dicho esta" - Eli Ferrari
"La flores" - Gerardo Oberto
"obra" - Carla Monguilner



Carniceria La Paz (Familia Rinstich)


En la carniceria se congregaron clientes, artistas demorados por el trafico y amigos.

Entrando a la carniceria nos podíamos encontrar con un cartel parpadeando en la vitrina de las carnes que decia; “OBRA”. Continuo parpadeando durante las dos horas que duro la muestra, como si de un faro se tratase, como si hiciese señales a alguien o a algo. OBRA apagada, OBRA encendida, sucesivamente, entre los cachos de carne. Carla Monguilner, la autora, me contaba que esa obra estaba pensada para una casa abandonada y en ruinas en San Juan. una casa en la que el cartel se encendería y apagaría sucesivamente sin fin, abandonado allí como la casa, a su suerte. Me planteaba sus inquietudes acerca de donde colocarla (finalmente), dado que el contexto terminaba de moldear y condicionar la obra “OBRA”. Y es que un contexto de pedazos de carne cruda en una vitrina de una carniceria era tal vez, demasiado condicionante, demasiada carga para la obra “OBRA”, que se pensaba mas abierta, mas ambigua y mas neutra tal vez. Un contexto demasido pesado, demasiado cargado y determinante. Pero que termino por imponerse a toda la otra seria de posibilidades. Este cartel pudo estar en la vereda, pudo estar entre las papas fritas, pudo estar en las heladeras, pero termino en la vitrina de carnes. Y haciéndose cargo. “OBRA” parpadea infinitamente, como si alertara sobre algo. ¿Que?.





Con cuantos habre charlado sobre lo mismo?, dos puntos: el cubo blanco en la carniceria. Un espacio blanco, liso, sin toda la saturada informancion que lo rodea todo, que contamina todo. el famoso, el eterno, el  todopoderoso: cubo blanco. Cuantos artistas llamados a mostrar en la carniceria se tiran de cabeza al cubo blanco?, cuantos sin pensarlo dos veces van al espacio mas familiar, mas comodo y mas tranquilizador de paredes blancas?. Respuesta, dos puntos: muchos. Un cubo blanco aca y en la China ofrecera la misma paz de espíritu a los artistas. Y los artistas necesitan poder dormir de noche. Dejar por una vez de ser la única ventana encendida en la oscuridad. Gerardo Oberto fue derecho al cubo blanco para colocar una hermosa obra: “FLORES”. Una obra que nos abre una ventana hacia un barrio que se reúne para festejar. Mesas, bebidas, personas. El cuadro esta rodeado de botellas de bebidas. Cualquiera de los clientes que se acerque a la carniceria a comprar y alce un poco la vista, podrá ver una postal familiar, velada, como en el recuerdo, por capas transparentes de pintura, de colores. Podra reconocerse allí sentado y escuchar la música por los parlantes, y sentir el sabor de un chori en la boca, un chori y un vino. Esta parte de la muestra aun continua, los dueños de la carniceria gustaron mucho del cuadro allí puesto y pidieron que permanezca unos días mas.

Link Gerardo Oberto  




En la explanada del local Eli Ferrari realizo una performance para los amigos presentes y los vecinos que intrigados se detuvieron a mirar. Suspendiendo un cordon de su boca colgaba una bola con puntas agudas o pinches. Eli comienza a realizar movimientos de vaivén hacia los costados de manera que la bola oscila impactando sobre su cuerpo en sus ires y venires. Autoflagelo, salido de la boca, autocastigo, suspendido de sus labios. Luego Eli deja a un lado la bola. Acerca sus manos a sus labios y saca de ellos una tira de papel que sale y sale sin fin. Magia. Sus brazos continúan sacando la tira blanca de su boca y ella se acerca a los presentes para entregarles a cada uno un fragmento de la tira que no se corta y no deja de salir. De pronto todos sostenemos esa larga serpiente y todos estamos unidos formando un cordon o cadena alrededor de Eli que continua sacando papel ininterrumpidamente de su boca. Todos conectados, artistas, dueños de la carniceria, vecinos, sosteniendo la tira de papel, mirando y sin saber bien que hacer con eso en las manos. ¿hasta cuando continuara?, ¿podra no tener fin?. Todo acaba y la tira en algun inexacto momento se termina. Eli entonces libera su boca y tomando el extremo del blanco papel se agacha y escribe en el frases que va enunciando en voz alta, voz que sin embargo no todos llegamos a oir: “Las palabras flotan en el aire”, “Lo dicho, dicho esta”, “Las palabras flotan”. Cuando a escrito y enunciado una frase, corta ese pedazo de papel, lo enrolla y lo mete en un globo que infla y luego entrega a uno de los presentes. Tres frases, tres globos. El incauto sostiene el globo azul entre sus manos. Luego procede a recoger la larga tira de papel de entre la manos de los espectadores formando un gran bollo que reúne en una batea de aluminio, igual a las que en la góndola de carnes muestran la carne, y la pone en la balanza de la carniceria. ¿cuanto pesan las palabras? ¿Cuánto pesa el aire blanco salido de los pulmones? ¿Cuánto pesan las tripas expulsadas por la boca?.





 Video registro


Texto difusion

LAS COSAS COMUNES QUE DE TAN COMUNES SE NOS HACEN INVISIBLES

"Obra". Carla Monguilner trabaja eminentemente sobre el paisaje, elaborando reflexiones sobre el entorno, y sobre como el contexto termina por constituirnos al tiempo que uno también lo compone, lo construye. Realiza actos e instalaciones como señalamientos poéticos y reflexivos sobre el entorno. Apunta a enrarecer el espacio para deshabituar la percepción de lo cotidiano, aportando una mirada nueva y extrañada sobre las cosas de todos los días. Cree en el poder de lo pequeño, de las minimas cosas cotidianas como potencial para modificar la realidad.
“Creo en los pequeños actos como hechos políticos transformadores. Concibo el arte como parte de un proceso cultural transformador, edificador de realidad y en continua mutacion”.
Toma una frase de Carl Sagan “Si deseas hacer una tarta de manzana primero debes inventar el universo”, para invertirla y comenzar por la tarta de manzana como una palanca que nos lleve a inventar y transformar el universo cotidiano.

Con esta concepción de las pequeñas acciones y los minimos señalamientos interviene en la carniceria con una obra que es un breve parpadear, un pestañeo continuo que con su vibración (encender-apagar) podrá activar y desactivar otras cadenas de acontecimientos, como las ondas que se suceden en la superficie del agua al arrojar una piedra.


"Las flores". Gerardo Oberto trabaja la pintura como una ficción, donde cada una de las partes es engranage de lo que se esta diciendo. Las imágenes pueden y tienden a tomarse como realidad pero no lo son. Las pinturas son una ficción, y para el caso de Oberto, una ficción sumamente elaborada. Trabaja con elementos que son comunes todos, “las palomas de Belgica son iguales a las de la plaza San Martin”. Las cosas comunes que de tan comunes se nos hacen invisibles. Asi por ejemplo nos acerca a contextos históricos mediante tratamientos superficiales de la imagen. Algunas de sus iconografías son tomadas de videos de la década del 70, videos en super 8, estos videos tienen una imagen típica, característica que según Oberto, nos es común y todos podemos reconocer, acercándonos en ese acto de reconociemiento a toda una década que es el sustrato, histórico, cultural, latente detrás de un tipo de imagen especifica. “Cuando uno reconoce ciertas caracteristicas de una imagen, como esta imagen media fantasma de los videos en super 8, solo eso, ese reconocimiento visual te lleva a ese contexto, entonces uno habla de un contexto a travez de características de la imagen comunes a todos, reconocibles. Hay como un hilo ahi al que uno puede acercarce a travez de la cuestión mas superficial de la imagen. Super 8 es una imagen de los 70”.

Con esta atención y énfasis en trabajar con elementos comunes, compartidos, es que realiza la pintura que muestra en la carniceria, “siempre trabajaba con imagenes que tomaba yo con mi camara, y buscaba espacios u objetos que despues usaria como motivos. Me interesaba que ese motivo fuera conocido, compartido, entre yo y quien pudiera mirar la pintura”. En esta serie las obras tenían nombres de barrios, y nos muestran escenas vecinales, como las fiestas de los clubes para recaudar fondos. El nombre del cuadro es LAS FLORES Y tiene que ver con el nombre de ese barrio, que es cercano a barrio jardin.

“Esa serie era bastante simple, yo tomaba fotografias de lugares o cosas que suponia podian generar en quien mirara despues algun tipo de identificacion con ellas. La idea era trabajar con cosas compartidas, cosas pertenecientes a lo cotidiano, que funcionaran como una puerta, luego se iban sumando intenciones de parte mia que me daba igual si eran leidas o no, entonces siempre trabajaba con "citas" a otras pinturas por ej. en el caso de este trabajo al ver la foto recorde esas fiestas que todos tuvimos, el salon embellecido rusticamente con esas telas feas, los sifones, las botellas, los mozos, la gente que comparte mesa y conversa etc. Me sedujo al verla de casualidad y ver en ella eso, las fiestas que todos tuvimos. Tiene esa cosa de pueblo o barrio, de ahi el nombre, por el barrio y por la fragilidad y belleza simple de las flores, identico a los recuerdos de las fiestas de mi infancia”.


"Lo dicho, dicho está". Eli Ferrari trabaja con la comida. Entiende a la comida como una excusa para el encuentro. Y al encuentro como un gran abanico de posibilidades y no como una mera reunión circunstancial, los encuentros pueden ser movilizadores y transformadores. Cree también en el poder de los pequeños gestos. Emparenta en mundo del arte con el mundo de la gastronomía, encontrando paralelismos. En todos los años que lleva trabajando en la gastronomía como profesión y como actividad artística, pudo notar muchos puntos de similitud. A la hora de comer y comer juntos, se nota (y se hacen notar) mucho las diferencias de clase, de accesos, de culturas. “El hecho alimentario y todo lo que lo rodea, constituye tanto la temática, el concepto, como la materia misma de muchas de mis obras, entendido como uno de los mejores agentes sociabilizadores en todas las culturas. Desde este ángulo, indago las posibilidades del llamado Arte Relacional.”
Eli Ferrari en sus obra boga por allanar y socializar en experiencias comunitarias. Me cuenta que hace poco un chef de fama mundial fue invitado como artista a una bienal, Ferran Adria, invitado a la Documenta 12 de Kassel. Me hace pensar en los tipos de consumo del arte cuando me refiere como los platos de lujo producidos por los chefs de elite son de degustación, no son realmente alimento, no están pensados por su valor nutricional, sino consumidos como objetos de arte, cuasi sagrados, de culto, casi de mera contemplación.

En la carniceria Eli Ferrari presenta una performance esta vez no con lo que entra por la boca sino lo que sale, palabras: “La idea gira en torno al hecho irreversible de que lo que ya hemos pronunciado no tiene vuelta atras, lo dicho dicho está, lo que ha salido de la boca, dificil que vuelva a ella, Se puede retirar lo dicho, disculparse, negarlo, y hasta el inconsciente nos puede traicionar, pero es irreversible”.

“Todos sabemos la importancia que tiene el juego para los niños: son prácticas de aprendizaje-identificación, un ensayo, una simulación de su futura inserción social, sin ser conscientes de ello.
Me pregunto si tal vez se podría visualizar la acción como ensayo o simulación, no ya como en la infancia dirigida a una mejor integración en la sociedad, sino inversamente, planteando e imaginando posibles realidades a las cuales integrarse (también a veces sin ser conscientes de ello). No es tan interesante jugar solo. Por ello muchas de mis obras apuntan a la participación. La importancia dada a la sociabilización en la concepción de la obra es una respuesta al devastador triunfo del individualismo, germen de la desintegración, la depresión y el egoísmo, con sus programadas consecuencias a la hora de enfrentar toda dominación desde lo grupal.
Creo que en ese proceso lúdico, que puede darse en lo que se llama obra de arte, reside una energía transformadora latente, puertas que se pueden abrir a un pasado-presente-futuro con un espacio vital necesariamente más humanizado, ajeno a los nuevos antropocentrismos”.
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Flayer difusion





EL PAIS DE LOS MARAVILLOS
Cuentos de niños, para gente grande y peluda del arte / Quinceava entrega

Alicio se acerca a los objetos y les pregunta: ¿Cuáles son tus intenciones secretas?. El cuchillo se revela bastante naif, sus intenciones son acariciar todas las cosas pero la morfología le ha dado una forma en exeso incisiva para sus gustos y sufre por su tendencia a cortar y desgarrar. Desearía ser una pluma. La cuchara manifiesta desear eliminar a la humanidad, pero no sabe como porque su anatomía no le permite tamaños propósitos, se hunde en las cosas esperando encontrar una forma de acabar con tantas bocas abiertas. Las secretas intenciones de la mesa son ser una girafa que esbelta se eleva por encima de los techos y los arboles para mirar el lejano horizonte, “pero tu eres un horizonte!” Le dice Alicio, la mesa se encabrita y corcovea: “yo lo que quiero es poder mirarlo desde las alturas”. “Te encontraras con que cada cosa desea algo que le es muy ajeno”, maulla Gato Inclinado, “no prosigas con tu encuesta o la casa entrara en grave depresión y tendremos que dormir afuera en una carpa que seguramente desea ser una carpa de mar y batir sus alas en las profundidades azules!”. Alicio no se alarma, desea saberlo todo y continua con la frutera: “yo lo que deseo es ser una capsula del tiempo, cuando las frutas adentro mio comienzan a envejecer pienso que algo de mi propósito en esta vida se ha cumplido, me siento satisfecho cuando las mosquitas me sobrevuelan y no dudo que con el correr de los años y el avance de la ciencia algun dia quien saque de mi una manzana se vera transportado a la edad media y yo me sentiré realizado”. Alegria! Piensa Alicio, no todo es desconformidad!. Avanza con el sacacorcho: “mis intenciones ocultas son ser presidente de Maravilla, creo que me veria muy bien con un bonete verde y una banda presidencial, creo ademas que al mundo le haría bien no poder abrir sus botellas de vino por un tiempo, asi se verían menos bailarines de regueton”. Ok dice Alicio, pasemos a la puerta: “no tengo secretas ambisiones, me siento muy bien haciendo lo que hago, aunque a veces me gustaría para variar ser una puerta giratoria y no dejar salir a la gente hasta que se maree para que caminen de costado pero que va, soy feliz”. Cuales son las secretas intenciones de la heladera?: ella desea desde el fonde de su corazón ser un piano que cae desde un edificio de veinte pisos. El calefón tiene la intención de rodar por una pendiente empinada y aterrizar en un campo de tréboles de cuatro hojas, la intención de la cámara filmadora es dejar en ridículo a todo el mundo, la intención de la zanahoria es abiertamente sexual y Alicio se sonroja apabullado, las zapatillas manifiestan tratar cada dia de comprarse una codorniz o un faizan o un monton de biblias en su defecto, la cama planea ser una alfombra voladora y las ventanas anhelan por lo bajo ser tuneles secretos hacia cavernas de estalactitas de muchos colores. El televisor planea hundir a los espectadores en un fango viscoso en el medio de un bosque espeso donde los animales hablen portugués y las aves vuelen al revez. La computadora revela que su misión es construir una torre de pabel y guardar muchos huevos en una canasta de mimbre. La lechuga dice que en combinación con las galletas de arroz planea poner a todo el mundo de mal humor. La luz desea ser una niebla espesa que moje todas las cosas, la huerta desea ser una planta procesadora de estupefacientes y los aviones desean ser ascensores en hoteles de lujo, las pantuflas planean conquistar Europa con canciones románticas a dos voces y la batidora eléctrica quiere electrocutar a los osos en el hielo. Los cigarrillos planean ponerle los pelos de punta a la gente con aumentos del %50, con lo que manifiestan su decisión de ser peluqueros y el ventilador es en el fondo un sanguche de milanesa sin tomate. El teclado que quería ser puercoespín, la botella que quería ser un timbre en una casa abandonada, la hamaca que deseaba ser helado de chocolate y los anteojos que manifiestan al mundo sus profundos anhelos de traficar con ideas ajenas. Las pequeñas cosas desean ser grandes sin titubear, las grandes cosas tiene problemas en la cervical y desean un masaje tailandes.

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“El país de los Maravillos” es una serie de cuentos escritos por Eva Finquelstein a partir de la serie gráfica “Geometrías inestables” de Pablo Bofelli.
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“Geometrías inestables” y “El país de los Maravillos” son producciones específicas para el ciclo Expectativa Cero de Galerías Efímeras.
 

 


 
































































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